Hilo de Ariadna

Las torres de Praga

Apodos como "Praga de Oro" o "Praga de las Cien Torres" apuntan el carácter de una ciudad en la que el visitante debe mirar sobre todo hacia arriba, a las torres de los templos y las iglesias, y a los portales.

  • Praga de las Cien Torres
  • Torre del Puente de la Ciudad Vieja
  • Torres del puente en Malá Strana
  • Campanario de san Nicolás
  • Torre del Ayuntamiento de la Ciudad
  • Torre de la Pólvora
  • Torre del depósito de agua de Nové Mlýny
  • Torre de observación de Petřín

Pero hay otra manera más de conocer la belleza irrepetible y el alma de la ciudad. Mirar desde las torres hacia abajo, a vista de pájaro admirar las vistas extraordinarias de las plazas históricas, los tejados rojos de las casas, el río Moldava (Vltava), sus puentes y riberas.

Las torres, que no pertenecían a la Iglesia y a las iglesias solían ser propiedad del municipio. Formaron parte de una fortificación, fueron torres de vigilancia que se cerraban con llave por la noche. A menudo servían como atalayas: anunciaban con trompetas los incendios y su dirección con señales visibles desde lejos, ya que en el pasado los incendios eran muy frecuentes en las ciudades. Desde algunas torres las campanas anunciaban el tiempo, en algunas habían aduanas para la entrada en la ciudad, otras servían como almacenes.

Solamente desde una gran altura se puede averiguar el número total de torres de Praga. Hace poco lo intentaron algunos expertos y aficionados, amantes de Praga. Con vista aérea contaron, solo en la parte central de la ciudad, las 120 torres más importantes, sacaron fotos, las documentaron y midieron. Estimaron el número total de torres de Praga en mil aproximadamente, sin contar las torretas de las casas ciudadanas. Hoy las torres más valiosas y más hermosas están abiertas al público. Elegid de nuestra oferta, o aún mejor, quedaos aquí más tiempo y visitadlas todas, ya que cada una ofrece una vista irrepetible de las partes más impresionantes de la ciudad.

La Torre del Puente de la Ciudad Vieja (Staroměstská mostecká věž) es la puerta de entrada al famoso Puente de Carlos (Karlův most) desde la Ciudad Vieja (Staré Město). Se considera la puerta gótica más bonita de Europa y la obra más impresionante del gótico civil del mundo. Fue terminada antes de 1380 como parte integrante de la fortificación del Puente de Carlos (Karlův most). Es obra del taller de Petr Parléř, constructor del Puente de Carlos (Karlův most). Esta joya de la arquitectura gótica estuvo construyéndose una cuarta parte del siglo y trabajaron en ella 100 canteros. La torre fue dañada en 1648 durante el asedio de Praga por los suecos. Aquí se expusieron en 1621, como escarmiento, las cabezas de algunos caballeros checos ejecutados, condenados por la participación en el levantamiento contra el gobierno de los Habsburgo. La fachada principal hacia la Ciudad Vieja (Staré Město) tiene una preciosa decoración gótica, figurativa y arquitectónica: la primera planta está decorada con el patrón del puente, San Vito, a sus lados se encuentran las estatuas sentadas de los monarcas Carlos IV y Venceslao IV, arriba se encuentran las estatuas de San Adalberto (Vojtěch) y Segismundo (Zikmund). Las estatuas son obras excelentes del final del siglo XIV. Encima de la puerta, desde la Ciudad Vieja (Staré Město), se encuentran los escudos de los países en los cuales Carlos IV reinó. En el portal se encuentra la entrada a la torre, por una escalera de caracol con 136 escalones. La vista desde la torre a Hradčany es inolvidable: la famosa galería de estatuas del Puente de Carlos (Karlův most) y la parte adyacente de la Ciudad Vieja (Staré Město).

Igualmente impresionante, aunque completamente diferente, es la vista desde la Torre del Puente del Barrio Pequeño (Malostranská mostecká věž) en el lado opuesto del Puente de Carlos (Karlův most). Fue construida en el lugar de una torre románica muy antigua en 1464 y su apariencia enlaza con el concepto de la Torre de la Ciudad Vieja (Staroměstská věž), pero no se llegó a hacer la decoración escultórica, prevista en principio. Al lado de la torre se encuentra, separada por la puerta con almenaje, la torre del puente, muy antigua y más pequeña, de origen románico, de alrededor de 1170.

Otra vista del Barrio Pequeño (Malá Strana) con sus pintorescos tejados rojos y con su ambiente mágico, lo ofrece la torre en la vecindad del conocido Templo de San Nicolás (chrám sv. Mikuláše) con una característica robusta cúpula de cobre verde. La torre, campanario o atalaya, fue construida, al igual que el templo, por el arquitecto Kilián Ignác Dientzenhofer en 1755. La torre pertenecía al municipio del Barrio Pequeño (Malá Strana), no a la Iglesia, lo que demuestra el escudo del Barrio Pequeño (Malá Strana), situado encima de la entrada. Fue la última atalaya construida en Praga, desde la cual se tocaba la campana cuando había un incendio. Durante el régimen comunista se ubicaba aquí un observatorio de la Policía Secreta Estatal. En los año noventa la torre fue reconstruida y el interior fue adaptado para poder estar abierto al público. 299 escalones llevan a la galería, situada a una altura de 65 m.

Otra vista inolvidable ofrece la torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja (věž Staroměstské radnice), antaño sede del gobierno de la Ciudad Vieja (Staré Město). El núcleo del recinto fue la casa gótica más antigua con su portada ricamente decorada, a la cual se añadió en el s. XIV una robusta torre prismática, con una altura de 66 m. Se trata de una de las torres más conocidas, en la cual fue ubicado más tarde el famoso reloj. En la primera planta de la torre se encuentra la capilla con un mirador ricamente decorado, desde donde se puede ver una cámara con los apóstoles del reloj. En este aparecen, cada hora, en dos ventanillas, 12 figuras talladas policromadas de los apóstoles. Con el movimiento de los apóstoles se animan, al mismo tiempo, también las figuras en los lados del reloj: la muerte, el turco, el avaro, el vanidoso y el gallo. En la parte inferior del reloj hay un panel de calendario con signos del zodíaco, del famoso pintor Josef Mánes. En la esquina del mirador se encuentra la copia de una extraordinaria estatua gótica, la llamada Madona de la Ciudad Vieja, de finales del siglo XIV.

El 8 de mayo de 1945, último día de la Segunda Guerra Mundial, el ayuntamiento fue tiroteado e incendiado. Su ala oriental se quemó y la torre también fue considerablemente dañada. Sorprendentemente, se conservó el ascensor de la torre, de 1927. Hoy está depositado en el Museo Técnico Nacional y la galería de la torre es accesible sin barreras desde 2000, con un nuevo ascensor. Desde la galería de la torre se abre una vista preciosa a la plaza histórica más importante y más antigua de Praga, con el famoso monumento al maestro Jan Hus, rodeada de edificios memorables: el elemento dominante de la plaza, enfrente de la torre, es el templo de la Madre de Dios ante Týn (chrám Matky Boží před Týnem), además la iglesia barroca de San Nicolás (kostel sv. Mikuláše), el palacio rococó Goltz-Kinský (palác Goltz-Kinských) y uno de los edificios más valiosos, el palacio municipal gótico Casa de la Campana de Piedra (Dům U Kamenného zvonu).

Otras vistas interesantes de la ciudad ofrece la Puerta de la Pólvora (Prašná brána) construida en 1475, en estilo gótico tardío, como parte de la fortificación y, al mismo tiempo, entrada monumental a la Ciudad Vieja (Staré Město). Por aquí entraron en la ciudad los desfiles de coronación de los reyes checos. El constructor de la puerta, el famoso arquitecto Matěj Rejsek, hizo la mayoría de su rica decoración escultórica. En el siglo XIX fue reconstruida en estilo neogótico. Tiene una altura de 65 m, la galería panorámica se encuentra a una altura de 44 m, la escalera de caracol tiene 186 escalones de piedra. El nombre actual de la Puerta de la Pólvora (Prašná brána) proviene del siglo XVIII, cuando sirvió como almacén de pólvora. 

Sobre los edificios de Klementinum, sede de la Biblioteca Nacional (Národní knihovna), se eleva la Torre Astronómica (Astronomická věž), de 68 m. Hasta arriba llevan 172 abruptos escalones de una escalera de caracol. En la cúpula de la torre la estatua gigante de plomo de un Atlante sostiene el globo terrestre. La historia de la torre está relacionada estrechamente con la formación universitaria, en la cual las matemáticas y la astronomía jugaron un papel importante. Hacia 1750 se iniciaron aquí observaciones y mediciones astronómicas y climáticas. La torre fue equipada con aparatos astronómicos. En 1775 Antonín Strnad inició los registros sistemáticos de las mediciones meteorológicas y climáticas que se siguen haciendo aquí hasta hay. Desde 1842 se anunciaba en el Klementinum el mediodía ondeando una bandera, que entre 1891 y 1926 estuvo acompañada con una salva de cañón desde Hradčany.

La torre del depósito de agua de Nové Mlýny, de seis pisos, que acaba de abrirse al público, es bastante discreta. Originalmente fue un edificio técnico de la segunda mitad del siglo XVII, situado justo al lado del río Moldava, el cual suministraba agua a las fuentes en sus alrededores en la Ciudad Nueva. En el último piso, justo encima del depósito al que se bombeaba el agua del río Moldava, se construyó un opulento mirador con 12 grandes ventanas, el llamado Lusthaus, al que acudía la diputación de la ciudad para divertirse. Probablemente fue el primer mirador en Praga, aunque no fuese público. Hoy en día la vista de la ciudad es algo limitada por los edificios circundantes, pero la torre merece sin duda una visita. Hay una exposición interactiva única sobre los incendios de Praga y la historia de los bomberos de Praga.

La torre más joven y más alta en el centro histórico es el Mirador de Petřín (Petřínská rozhledna), de 58,7 m, en la colina de Petřín, encima de Moldava (Vltava), a una altitud de 327 m sobre el nivel del mar. Desde ella se ve toda la ciudad, como si estuviera al alcance de la mano. Fue construida en 1891 como una copia libre de la Torre Eiffel de París. El mirador está formado de una estructura de acero octagonal, con un tubo para el ascensor en el centro y con dos escaleras de caracol de 299 escalones. El acceso sin barreras lleva a la primera galería, más ancha, y el ascensor sube 60 m hasta la galería superior, más estrecha. Desde la calle Na Újezdě al pie de la colina el funicular de Petřín llega hasta la cima de esta. Por la noche se ve, desde lejos, el cuerpo iluminado del mirador.

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